9 de julio de 2009

Un "mercenario" reconoce el golpe militar

Es una diferencia fundamental: Un militar esta al servicio del pueblo, un mercenario al servicio de sus intereses.



Los mercenarios que dirigen el ejercito hondureño reconoce, a traves de las palabras del principal asesor del jefe del estado mayor, que se saltaron la ley y se erigieron en soberanos cuando raptaron al presidente Zelaya. Tambien muestran su incapacidad de razonar, y su sentimiento de superioridad hacia el pueblo, al que no permitiran nunca que voten a la izquierda, ya que el ejercito actual seria incapaz de convivir con ella. Tambien amenaza a Chavez y se hace un lio al intentar justificar su actuacion, demostrando con sus palabras que fue un golpe militar aunque intente negarlo.

La verdad es que cuesta entender como un tarugo como este tipo puede llegar a coronel. No me extraña que el ejercito en vez de servir al pueblo, que es su funcion, sea dominado por intereses economicos y por una facil manipulacion irracional de los que demuestran una escasa capacidad de entender como funciona una democracia, y cual es su papel en ella.

Un entrevista que no tiene desperdicio, para saber a que clase de personajes criminales analfabetos es a los que se enfrenta hoy Honduras. Toda una ilustracion de como piensa (o mas bien, como intenta balbucear su ausencia de pensamiento) un aberrante tiparraco fascista.

Esta es la entrevista que el coronel Bayardo concedió a El Faro y el Miami Herald.


Coronel Herberth Bayardo Inestroza.
¿Como explica jurídicamente lo que ha pasado en Honduras?

Desde antes estábamos asesorando al jefe del Estado Mayor Conjunto. Desde mediados de abril.

¿Asesorándolo para qué?
Para que no fuera a comprometer a las Fuerzas Armadas en una probable orden ilegal que podía emitir el Ejecutivo

¿Qué les hacía pensar en abril que les podían dar una orden de ese tipo?
Por la situación que se venía dando desde el convenio con Venezuela sobre el ALBA y la firma en la plaza de La Libertad, en la que estuvieron jefes militares en una ceremonia política. Y una comparecencia más del Ejecutivo que, en vez de que estuviera el ministro o el viceministro de Defensa, estuvo el subjefe del Estado Mayor Conjunto. Eso no era normal, porque la parte política la manejan el ministro y el viceministro, nosotros solo vemos la parte operativa.

¿Y le manifestaron su inconformidad al presidente Manuel Zelaya?

Mi obligación no era decirle al presidente Zelaya. Mi obligación era decírselo al jefe del Estado Mayor Conjunto.

¿Y qué le respondió?
Él era consciente, pero tenía que esperar a que en determinado momento le dieran las órdenes para tener una suficiente base legal y responder. Es que no hay que ser tan inteligente para darse cuenta de lo que ha sucedido en Bolivia, Ecuador y Venezuela, para saber qué es lo que viene. En esos países han establecido control sobre el ejército, y controlando el ejército se da lo demás.

Desde entonces ustedes ya evaluaban el riesgo de tener a Zelaya como presidente…
… No. Nosotros evaluábamos la situación y existía un alto riesgo de que el presidente diera una orden illegal al jefe del Estado Mayor. Con el presidente Zelaya mantuvimos una excelente relación. El problema se da cuando él da esa orden ilegal de emplear las Fuerzas Armadas para apoyar el proceso de la encuesta. El 27 de abril nos reunimos con el señor presidente. El 26, en la tarde, le presenté al jefe del Estado Mayor Conjunto una opinión que concluía que jurídica, ética y moralmente no era posible proporcionar apoyo porque el artículo 272 nos da un papel de garantes de la Constitución, de la alternabilidad en el ejercicio de la presidencia. Y nosotros como soldados no estamos subordinados a una persona, sino al cargo, a la ley.

Y llegamos al 24 de junio.

Sí, era la fecha tope para apoyar eso. Nos apersonamos a Casa Presidencial con la Junta de Comandantes y se le dijo al señor Presidente oficialmente que la orden no se iba a cumplir porque era ilegal. Hay un principio que se llama obediencia debida, que está claramente establecida en el artículo 24 del Código Penal que indica que ningún ciudadano civil o militar está obligado a cumplir órdenes ilegales. La orden que se imparte tiene que ser legalmente válida. Al no cumplir esos requisitos la orden que el presidente daba y que contrariaba a todo el estamento jurídico del Estado se le dijo que no se iba a cumplir; y él, en una conferencia de prensa, destituyó al jefe del Estado Mayor Conjunto. La Junta de Comandantes en pleno puso a disposición su cargo al señor Presidente.

¿Usted también?

No, porque yo no estaba en esa reunion. Si no, se lo hubiera puesto a disposición también. Pero los comandantes le renunciaron ahí, y cualquier oficial que él hubiera nombrado en cualquier grado no lo iban a recibir. Para nosotros el jefe del Estado Mayor Conjunto seguía siendo el que teníamos.

Pero el Comandante en Jefe seguía siendo el Presidente de la República.

Pero estaba fuera de ley.

Solo en una orden específica, coronel.

En todo el estamento jurídico del Estado. Debería usted investigar la historia de todos los desastres que hizo él en el país.

Es decir que el Ejército en pleno veía con recelo a este presidente

Sí. Porque el señor Presidente estaba utilizando a la Fuerza Armada como una herramienta política, y el hecho de llegar por el voto a la presidencia no le da derecho a delinquir.

¿Usted estuvo en una reunión el sábado cuando deciden arrestar al presidente?
Es que hubo una orden de la Corte Suprema de Justicia. Yo me enteré el sábado por la noche, pero el documento lo emitieron el viernes. La Corte ordena a las Fuerzas Armadas confiscar todos los materiales relacionados con esta encuesta. Esa es la orden inicial que nos dan a nosotros. Ya ellos tenían la orden de captura lista y la entregaron la noche del sábado.

Pero Micheletti se reunió con la cúpula militar.

Nosotros no nos reunimos con Micheletti ni jueves ni viernes. Yo, por lo menos no.

¿Ni la cúpula militar?

Ah, bueno, eso ya es otra cosa, pero yo no he estado en ninguna reunion ni puedo dar fe de una reunion de la junta de comandantes, porque no estuve ahí. Mi función como asesor jurídico es asesorar al jefe del Estado Mayor Conjunto. Yo estuve cuando entregaron la orden de parte de la Corte Suprema de Justicia.

Y supongo que se reunieron a medir las consecuencias.

Ya esa parte ya no la puedo tocar por situaciones que ustedes conocen…

… ¿No?

O que ustedes se imaginan…

… Tampoco.

Bueno…

¿Y cómo justifica legalmente llevarse al presidente en un avión?
El viernes el presidente a la cabeza de una turba asaltó la Fuerza Aérea para llevarse un material que había confiscado el Ministerio Público. El comandante de la Fuerza Aérea tenía dos opciones: disparar a la muchedumbre o abrir los portones. Uno como soldado mide qué pesa más y eso en derecho se llama Estado de Necesidad. Aunque no nos gustó que se invadiera la Fuerza Aérea, el comandante tomó la decisión acertada, porque midió las consecuencias de cualquier otra decisión. Cuando decidimos sacar a este señor del país se hizo en una situación similar. ¿Qué era más beneficioso, sacar a este señor de Honduras o presentarlo al Ministerio Público y que una turba asaltara y quemara y destruyera, y que nosotros tuviéramos que disparar?

Dice “nosotros tomamos la decisión…” ¿Quiénes la tomaron?

Yo hablo del conjunto de la Fuerza Armada. La decisión de sacarlo a Costa Rica la tomamos nosotros como Fuerza Armada. La Junta de Comandantes.

¿Y el general Romeo Vázquez estaba ahí?

Sí, claro. Medimos las consecuencias de lo que iba a suceder si nosotros lo déjábamos en el país. Medimos los riesgos y lo que podia suceder.

Hay una orden de la Corte Suprema y ustedes actúan en función de esta orden, pero cuando deciden sacar al presidente del país lo hacen por encima de todos los estamentos jurídicos del Estado.

Claro, pero porque era para el bienestar del Estado. Ese Estado de Necesidad que le digo es un eximiente en el Código Penal, artículo 24. Analizamos la situación jurídicamente y se le dijo al general que era más conveniente sacar a ese señor.

¿Cuándo se toma esta decisión?

El domingo en la madrugada, cuando ya estaba en marcha la operación.

Cuando ustedes deciden ir a capturar al presidente, ¿quién es la cabeza del Estado?

Obviamente hay un vacío de poder. Por ley quien lo tiene que suceder es el presidente del Congreso, y nosotros en ningún momento asumimos funciones de poder porque tanto la Corte Suprema que había dado la orden como el Ministerio Público y el Congreso Nacional estaban encima de la situación.

Esa decisión de sacar al presidente Zelaya del país tiene consecuencias políticas y jurídicas, y la Fuerza Armada se abrogó la facultad de tomar una decisión que iba a tener este tipo de consecuencias.

Son riesgos que se tienen que correr. Si lo hubiéramos dejado acá ahorita estuviéramos enterrando un montón de gente. Pero las personas que lo ven de afuera lo ven de otra manera. Por ejemplo, este señor Insulza toma una decisión, cuando Chávez ha hecho un montón de cosas en Venezuela y la OEA no ha dicho nada.

¿Se da usted cuenta de que para la comunidad internacional el punto de ruptura es cuando el ejército llega a la casa del presidente de la República y lo rapta y lo pone en un avión?

No, no se le rapta. Hay un juez ejecutor.

No, el juez les pide literalmente ponerlo a la orden de la autoridad correspondiente.

Pero había que correr ese riesgo, sopesando los peligros de lo que aquí iba a suceder.

¿Usted dice que por evitar un derramamiento de sangre desobedecieron esa orden de la Corte Suprema?

Correcto.

¿Así es?

Así es. Mire, la Corte lo debería haber inhabilitado porque el presidente ya no respetaba a nadie aquí. Públicamente acusaba al presidente del Congreso de estar drogado. Amenazaba públicamente al Fiscal del Estado. Estaba totalmente fuera de orden. ¿Qué se puede esperar de una persona en ese estado? Pensar que a ese señor lo tuvimos como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas… Nos da frío. Esa es la realidad. Sé que es complicado para ustedes entender esto, pero así es. Nosotros somos hombres de principios, hombres de honor. Fue una decisión dolorosa dar ese paso.

Pero coronel, ese señor que usted dice que les da frío tenerlo de comandante fue electo por el pueblo para ser presidente.

Él es de un partido de centro izquierda y empieza a dar el giro a partir de que el año pasado el presidente Chávez lo pone en evidencia públicamente.

¿Alguien dudó de la decisión de sacarlo del país? ¿Alguien?

No, nadie dudó.

Zelaya dice que con los soldados que entraron iban civiles encapuchados

No es cierto.

La canciller dice lo mismo. ¿Por qué procedieron contra la canciller? ¿También había orden de captura?

Sí, claro.

¿Y a ella de qué la acusaban?

Mejor diga de qué no la acusaban, porque qué no hizo esta gente…

… ¿Y dónde está esa orden de captura?

En su momento van a salir todas esas órdenes de captura.

¿Por qué cree que la comunidad internacional le llama Golpe de Estado a esto?

Porque no entienden lo que ha pasado en Honduras. Para que haya un golpe de Estado se tiene que romper el orden constitucional, y aquí no se ha roto.

El Fiscal General Adjunto ha anunciado que se ha abierto una investigación a quienes dieron la orden de sacar al presidente Zelaya del país.

Es un procedimiento normal. En su momento nos van a llamar a nosotros y cuando ellos se encuentren con eso…

… ¿No los han llamado aún?

No, pero van a hacer los requerimientos. Para el caso, yo recibí cuatro citatorios para otros tantos oficiales de la Fuerza Aérea por la invasión del presidente a la Fuerza Aérea. Porque independientemente de la medida y las razones por las que se haya tomado, siempre existe el delito. Lógicamente en el momento en que ellos analizan, van a considerar las condiciones en que se cometió el delito y van a ver qué pesa más, si el hecho de que hayan ingresado y hayan invadido y hayan sustraído o secuestrado el material que estaba bajo la custodia de la Fuerza Aérea o que se hubiera empleado la fuerza para defenderlo y matado a un montón de gente.

¿Aceptarían un acuerdo político para que regrese Zelaya?

No sabría contestarle, porque no me corresponde tomar esa decisión. Sinceramente… no sé qué se haría. Si eso llega a suceder eso va a ser el principio del fin del Estado de Derecho en Honduras. Porque él no va a cambiar, va a seguir con sus ideas izquierdistas. Él lo tiene claro. Si esa encuesta de opinión se hubiera realizado el domingo, con el resultado ellos legitimaban el proceso, y a las 18 horas del mismo domingo 28 instalaban la Constituyente. Y una vez instalada disolvían el Congreso y la Corte Suprema, destituían al Fiscal General y descabezaban los mandos de las Fuerzas Armadas. Lo mismo se ha hecho en otros lados.

Probablemente si el presidente Zelaya hubiera hecho eso ahora sería él el que estaría…

… No. A la comunidad internacional no le interesa eso. Lo ha hecho Chávez, lo ha hecho Correa, lo ha hecho el otro allá… Y nadie ha dicho nada. Nadie ha dicho nada. Chávez acaba de extraditar al alcalde de Caracas, que es elegido por votación popular, y ha nombrado un alcalde él. ¿Y quién le ha dicho algo? Nadie. Sencillamente nadie. Ha confiscado distintas empresas, de diferentes rubros, de diferentes países, y nadie ha dicho nada. Ha confiscado medios, ustedes lo saben, y nadie dice nada.

¿Y aquí ustedes no han hecho lo mismo con medios de comunicación?

Nosotros no hemos confiscado.

Los han cerrado.

Solo hubo dos medios. Radio Globo, que ya está en operación y Canal 36, que ya está por entregarse pero los dueños del canal dijeron que no lo van a recibir. Ya la fiscalía está al tanto del caso.

¿Y por qué lo hicieron?

Se tomó la medida por la situación en que estábamos.

¿Pero por qué esos medios?

Por la postura que habían tomado. En ese momento, si hubiese habido algún levantamiento que ellos hubieran promovido habría sido terrible. Nosotros lo que cuidamos en todo momento fue que no hubiese muertos. Y gracias a Dios no los hubo.

¿Se siente más cómodo el ejército con un Comandante en jefe de derecha que con uno de izquierda?

Nosotros en 1980, yo era subteniente, combatimos los movimientos subversivos acá y fuimos el único país que no tuvo una guerra fratricida como los demás. Difícilmente nosotros, con nuestra formación, podemos tener relación con un gobierno de izquierda. Eso es imposible. Yo personalmente me hubiera retirado, porque mi pensamiento, mis principios, no me hubieran permitido comulgar con eso.

¿Y Zelaya no es de izquierda?

Él es de una izquierda de mentiras, porque es un ganadero de la zona sur que ha vivido siempre acomodado. Lo que pasa es que aprovechó la coyuntura de los petrodólares, pero está acostumbrado a vivir cómodamente, como un burgués. Desgraciadamente, se había abocado a eso.

¿Ve difícil que Zelaya vuelva al país?

Imposible. Si él es inteligente no va a regresar a Honduras. Ya Chávez dijo que no venía a Honduras y dijo por qué, y ustedes lo saben: dijo que tenía temor a un francotirador.

¿Y debería tener temor a un francotirador?

Cuando vino acá nos insultó a todos, y el gobierno lo permitió.

O sea, que sí debe tener miedo a un francotirador.

Debe tener miedo, claro. Porque nos faltó al respeto a todos. Nos trató de gorilas y todo. Yo no entiendo cómo un golpista puede tener moral de insultarlo a uno.

¿Está usted de acuerdo en que cuesta entender una acción militar en la que un presidente es sacado de su país?

Cuesta entenderlo, claro. Pero nosotros preferimos correr ese riesgo a que él instalara una Asamblea Constituyente en el país, porque hubiera cambiado la forma de gobierno y todo lo demás.

Cuando dice “preferimos”, ¿a quienes se refiere?

A la Fuerza Armada. Porque no fue una acción de dos o tres personas. Estaba respaldada por todos los que estaban detrás. El presidente se equivoca cuando dice que el ejército está dividido.

Lo que dice suena a un golpe militar.

No, lo que quiero decir que estábamos unidos en la decisión de acatar la orden. Los menos interesados en llegar a esa situación éramos nosotros. Nuestro jefe del Estado Mayor trató de convencer a los diferentes sectores políticos sociales, del Estado, de que había que dialogar, y el único que se opuso fue el señor que estaba en casa presidencial.

Viendo las consecuencias, la retirada de embajadores, etc… ¿Piensa que se pudo hacer de una manera mejor?

No. personalmente estoy convencido de que fue la mejor decisión que se pudo haber tomado. Con ese señor no había otra solución.

Da la impresión al escucharle de que el ejército es el único que se dio cuenta de lo que sucedía.

No es que solo nosotros éramos, la sociedad sabía. Pero nosotros nunca nos pronunciamos sobre eso. El primero que se pronunció fue el fiscal general.

¿Y si al final se dan las condiciones para que Zelaya regrese a la presidencia?

Yo pido la baja y me voy del país, porque nos van a perseguir igual que los políticos que han estado involucrados en esto.

http://www.cubadebate.cu/noticias/2009/07/08/autorretrato-del-fascismo-hondureno-entrevista-con-el-coronel-herberth-bayardo-inestroza-asesor-juridico-del-ejercito-hondureno/

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...