6 de marzo de 2009

Acuerdo para la reforma de la ley del aborto


Hace poco menos de 15 días El PSOE, BNG, IU, ERC e ICV llegaron a un acuerdo sobre las conclusiones de la Subcomisión del aborto para la aprobación de la Comisión de Igualdad del Congreso. Deja aún elementos en el aire como es la concreción de los plazos en los que las mujeres podrán interrumpir su embarazo (tal vez el mayor escollo con el que se encontrará en todo el período de negociación). Apostará según parece ser por la eliminación del el artículo 417 bis del Código Penal (gravedad para la salud física o psíquica de la madre, violación, presunción de nacimiento del feto con taras físicas o psíquicas siempre que se realice el aborto en las 22 primeras semanas de gestación del mismo), que concreta los tres supuestos de despenalización. Por ello el gobierno busca establecer un periodo de plazos donde en las primeras 14 semanas la decisión de aborto será posible sin justificación alguna y se mantendrán los plazos de 22 semanas para ciertos supuestos (seguramente seran los supuestos ya recogidos en la actual ley o con ciertas modificaciones).

Igualmente se plantea reducir a 16 años la decisión de la mujer a decidir si seguir o no con el embarazo (habrá que controlar también qué o quiénes dirigen a la joven en su decisión). Con la actual ley no respeta la libre decisión de la mujer sobre su embarazo estando supeditadas a terceras partes que con un manual de instrucciones le pautan y a la vez coartan su decisión. De igual modo estas limitaciones afectan a las clínicas privadas que son las que llevan a cabo los abortos en la gran mayoría de los casos (en los centros públicos no se garantiza esta posibilidad salvo casos muy concretos) que en un estado de inseguridad jurídica, se encuentran desamparados y fuera en muchas ocasiones de la ley.

Si el aborto está amparado y reconocido por Naciones Unidas (cada día me pregunto si el papel real de esta organización es mera fachada) y por ende a la OMS como un elemento de garantía de los derechos sexuales y reproductivos, ¿por qué los estados, los gobiernos lo recogen como tal en sus leyes pero con tantas limitaciones? La intervención de la sanidad pública como garante del aborto supone una regulación del mismo para que sea llevado a cabo de forma correcta respetando los derechos de la mujer, su calidad de vida, su salud y las condiciones sanitarias de la intervención. (Es precisa la intervención de una ley estatal dado que la sanidad está en manos de los gobiernos autonómicos y que regule este derecho a todas las ciudadanas por igual)

Creo que se debe regular desde esta nueva ley (esperemos que salga adelante claro está) desde un punto de vista lejano a las creencias religiosas lo cual, en nuestro país desgraciadamente y actuando de forma anticonstitucional (¿no somos un estado aconfesional según el, art. 16.3 de la constitución?), es arduo difícil ya que la iglesia aún tiene demasiado empape en todos los campos de esta sociedad.

Se están dando pasos hacia la reforma de la ley del aborto y uno de los elementos que más está en boca de todos y en los titulares informativos en estos días es el tema es la reducción de la edad a 16 años para la toma de decisión de abortar. ¿Está una mujer capacitada para tener un niño a los 16 años? La decisión de abortar o no está más que justificada. Ser madre con esa edad sería injusto tanto para la madre como para el feto. Por ello, la ley de reforma debería acelerarse

El derecho al aborto es algo indiscutible, al menos bajo mi punto de vista. Se que son muchos los grupos antiabortistas que echarán pestes sobre esta opinión pero no se dan cuenta que están basando sus teorías en eso mismo, teorías y no sobre la práctica, la realidad, el día a día de la embarazada y de todos aquellos que la rodean, y del futuro de ese nacimiento.. Y recuerden que el mismo código civil “sólo se reputará nacido el feto que tuviere figura humana y viviere veinticuatro horas enteramente desprendido del seno materno”(art. 30) pero parece ser que es más fácil “utilizar” a la opinión publica con el efecto sentimental.

Cuando una mujer, de la edad que sea, aborta no lo hace por antojo ni por diversión. Cuando lo hace es por pura conexión con la realidad ya que el trámite, el trance del aborto no es una decisión caprichosa.

Abogo por los métodos anticonceptivos, por una correcta educación sexual ante todo y que siempre es mejor prevenir que curar pero cuando el “error” se ha fraguado, la mejor solución es corregirlo y no llevarlo a su máximo exponente arrasando y arrastrando todo y a todos con las numerosas contradicciones y problemas que ello acarrea especialmente a la mujer.

Pero lo que ha de quedar claro es que la mujer es quien mejor sabe si el embarazo ha de interrumpirse o no, si es el momento adecuado para ser madres o no.

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